Es con mucho gusto que hoy, Día Internacional de la Biblioteca, te presento esta divertida y emocionante historia de Alfredo Gomés Cerdá: De un lado un monstruo de Albacete, sin nombre, inofensivo, muy caluroso y con poderes especiales, de otro una bibliotecaria joven, simpática que despertará en este monstruo la pasión por los libros y un bello sentimiento de amistad.
Cuento: «El monstruo y la bibliotecaria»
Temas: La amistad, estaciones, descripción de personajes, entre otros.
Público meta: Niños a partir de 5 años.
Nivel: A1 (hablantes del portugués) y A2 (otros idiomas)
Duración: Aproximadamente 30 min. para el cuento y 15 min. para las actividades.
Materiales: Monstruo de madera, hojas A4 y rotuladores.
Desarrollo: Esta actividad fue realizada en un parque y tuvimos la participación de alumnos de español de nivel inicial y niños que nunca habían estudiado español.
Antes del cuento: Presentamos (en el idioma local) el autor, el cuento, los personajes y dónde se desarrolla la historia.
Durante el cuento: Para contar la historia utilizamos la interpretación con muchos gestos, cambios de voz y también la interacción con los niños. Yo hacía el papel de una cuentacuentos española y una segunda persona traducía solamente algunos momentos cruciales para la comprensión. Hacíamos un diálogo en el que yo le preguntaba: ¿Me has entendido? Y ella me contestaba, en idioma local: Sí, pasó esto y esto.
También sacaron fotos y recibieron un cuadernillo con actividades en español sobre el cuento.
Mientras hacíamos las actividades, pusimos la siguiente canción: Pelos, de Tatiana.
Bueno, espero que este post te sirva de inspiración para contar cuentos en clase y fuera de ella también. Es cierto que en el aula hay muchísimas posibilidades para trabajar temas más específicos. Una sugerencia es contar este cuento en la biblioteca de la escuela para incentivarlos a utilizar el espacio.
El objetivo de la actividad era además de motivar la lectura, acercar la lengua y la cultura española a los niños. Y lo que te puedo contar es que se notaba, entre los niños y padres, la motivación ante la nueva lengua y que se divertían con la historia.
